Ayer a las 19:30 en la Biblioteca de ABC se llevó a cabo el acto de entrega de Trofeos y Diplomas 2012 a los Miembros de Honor de la Academia de la Publicidad y al Premio Joven.

A las 19:30 los más ilustres profesionales publicitarios de nuestros país junto a los más prestigiosos nombres del ámbito académico se reunieron para rendir homenaje a los seis grandes profesionales (Juan Campmany, Luis Casadevall, José María Lapeña, Afredo García Valdés, Joaquín Maestre y Michel Malka) que han pasado a engrosar nuestra lista de grandes publicitarios españoles, nuestro "Hall of Fame" que hemos venido denominando como Miembros de Honor de la Academia de la Publicidad.

Por su puesto, la veteranía se mezclaba con la juventud ya que, como sabéis, en el acto se hace entrega del Premio Academia Joven, en el que este año los chavales (futuros publicitarios y publicitarias) tenían la difícil tarea de "vender" de la mejor manera posible la Marca España, en unos momentos tan convulsos como los que atravesamos (tarea que incluso está provocando más de un quebradero de cabeza a los grandes profesionales).

Julián Bravo, presidente de la Academia de la Publicidad, abrió el acto agradeciendo a los asistentes, colaboradores, y patrocinadores su participación (entre ellos Rafael Martínez, director comercial de CMVocento, que posteriormente tomó la palabra). Julián Bravo recordó que la Academia cumple cinco años. Cinco años de crisis económica en los que, sin la ayuda de todos, este encomiable proyecto de reconocimiento de las personas que han hecho grande la historia de nuestra publicidad no podría haberse llevado a cabo.

Francisco González, secretario de la Academia de la Publicidad, fue el encargado de presentar a los ganadores del Premio Academia Joven: Sergio García (Universidad Complutense de Madrid) y Trinidad Campos (Universidad de Vigo, de Séneca en la Complutense de Madrid) que recogieron orgullosos su extraordinario premio: 1.500 € y seis meses de prácticas en Tactics Europe.

A partir de ahí Elías Rodríguez, gran comunicador y locutor publicitario, cuya voz está presente en la memoria de todos, tomó las riendas en la conducción del acto de presentación y entrega de trofeos a los nuevos Miembros de Honor. Acompañado por Esther Valdivia (presidenta del Jurado), fueron presentando a: Juan Campmany, Alfredo García Valdés, José María Lapeña, Joaquín Maestre, Michel Malka y Luis Casadevall, que recogieron sus premios uno detrás de otro, emocionados, sabiendo el honor que supone formar parte de este selecto grupo de publicitarios, en una distinción que cobra más sentido aún cuando es otorgada por tus propios compañeros de profesión. Cada presentación estuvo acompañada de un vídeo-entrevista, normalmente en clave de humor y desenfadado, que sirvió para que los asistentes pudieran conocer, un poco más, acerca de la vida profesional de nuestros homenajeados y sus anécdotas.

Finalmente Juan Campmany fue el encargado de realizar el discurso de cierre de la gala. Campmany destacó la labor de la Academia de la Publicidad que reconoce con estos galardones el talento de los profesionales que han conseguido que en nuestro país hayan proliferado grandes agencias, grandes campañas y grandes anuncios. Quiso aclarar también que la profesión sigue todavía viva, gracias en parte a la gran capacidad de adaptación del medio publicitario.

Campmany comparó la publicidad con la música, y al igual que ocurre con esta en nuestro país, la publicidad de los años 80 aún no ha sido superada. Para él la diferencia entre los años 80 / 90 y la actualidad no son los publicitarios sino los propios anunciantes: "Antes teníamos anunciantes que se atrevían, que te empujaban a crear más, a ir más lejos, a ser más punzante, a diferenciarte más, a tener otras propuestas, a hacerlo de una manera diferente (si existe algo parecido a lo que presentas eso ya no sirve), a atreverte más". Para Juan Campmany quedan muy pocos anunciantes como aquellos, que tenían esa forma de ver la comunicación publicitaria y sus diferentes vías: "los publicitarios siguen estando ahí, las campañas se siguen haciendo, pero en lugar de estar en los medios están en el cajón porque el anunciante no se atreve a llevarlas a término".

Por último abogó por la unión de anunciantes y publicitarios para recuperar este espíritu y poder realizar campañas punzantes que lleguen verdaderamente al público.

Para finalizar en el cóctel, jóvenes y mayores pudieron dialogar en un ambiente distendido acerca del pasado, presente y futuro de la profesión. En definitiva del espíritu de la Academia de la Publicidad que pretende, homenajeando a los grandes del pasado, dignificar la profesión publicitaria rememorando su edad dorada, aplicando esa sabiduría e ingenio al presente, para que los jóvenes (futuros publicitarios) construyan la publicidad del mañana.

Pasado, presente y futuro, ese es el "leimotiv" de la Academia de la Publicidad, y eso es precisamente lo que se pudo saborear (además del bien servido cóctel) en la Gala de entrega de premios Miembros de Honor y Premio Joven 2012.